martes, 3 de octubre de 2017

Perderse también es descubrirse

Fotografía: Nick Avallone



Deja atrás todo, nada existe si no está también en ti, huye de tus comodidades, te invalidan, toda gran idea está en peligro de extinción, protéjelas, descúbrelas y crea una nueva especie, ninguna jaula puede aprisionar las aventuras. Cose las alas que quedaron enredadas en los oxidados alambres de la rutina, apártate de las ruinas que no te pertenezcan, sal de la tumba que te prometen los números, el reloj no es tu conciencia, vuela. Renuévate como el río que estalla en una inesperada montaña, que todos ya creían seca, ahora la miras desde arriba, estás en todas partes. Explora los ojos, el alma es un mapa, cada vez que parpadeas alguien descubre un tesoro, así de rápida es la felicidad y la existencia. Crea un nuevo diccionario, salta al vacío porque ya aparecerá el piso, rómpete y une los pedazos, ese será tu destino, y al final siempre sonríe, mientras aprendes a tocar el piano, cada tecla es una dimensión distinta, y en cada una de ellas estás bailando como un trompo. Conoce personas imposibles, raras, te hacen aterrizar de vez en cuando. Rompe las reglas, ármalas de nuevo si es necesario, la vida es un rompecabezas que no admite fichas falsas, no fuerces las cosas que no encajan contigo, ten cuidado, puedes equivocarte, pero siempre disfruta. Imagina lo inimaginable, levita, doma los tigres de tu pasado, que te custodien mientras sueñes en los pabellones de la memoria. Aprende a vivir en la luna sin excederte, la tierra está llena de obstáculos y también de ciegos. Ama como si el odio también fuera un motor del corazón, transforma tus emociones, y bébete todas las cartas que te escriban, guarda notas de todas las cosas que ames, así se alimentará tu alma y crecerá como un árbol que da una gigantesca sombra a los forasteros. El mar es la cobija de tu espíritu, todos los peces también buscan tus promesas. Ilusiona y deja que te ilusionen, repite tu nombre como si fueras un poema, pues en realidad eres un sueño. Corre a través de todas las cuerdas flojas que se imponen ante tu futuro, nada existe, siempre es aquí y ahora. Eres una canción que murmuran al otro lado del mundo, a cada instante, toda esperanza te llama siempre al fijo. No pierdas el equilibrio. Hiérete a ti mismo, así aprenderás a caminar entre cristales, tu presente es un diamante y no hace falta pulirlo. Olvídate de ti, reencuentra las cosas que creíste que no te harían falta, todos fallamos. No eres la imagen del espejo, es un mago caprichoso, tú eres el mundo: ¡Conócete!. Acepta el frío de las distancias, acepta el fuego de las circunstancias, tírate desde las cimas de todo lo que creías saber, toca fondo. Piérdete en los laberintos de la tristeza, todos los pasadizos desembocan en la misma alegría. Cierra los ojos, tu vida es un recuerdo. 



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